Muchas veces nos hemos encontrado con la penosa notificación de que nuestro dispositivo ya no cuenta con la capacidad de almacenamiento suficiente para seguir guardando nuestras valiosas fotos y videos. Es ahí donde nos vemos obligados a acudir un gadget que ha ido perdiendo relevancia en estos últimos tiempos pero que sigue siendo muy útil: la memoria micro SD.

Anteriormente, los teléfonos celulares venían con una capacidad de memoria sumamente limitada, por lo que era casi obligatorio acudir a las micro SD para poder seguir disfrutando de las funciones fotográficas, multimedia y videojugabilísticas que nos ofrecían nuestros móviles. En ese tiempo, con una micro SD sencilla, nos dábamos por bien servidos, podíamos instalar unas cuantas canciones, grabar muchos videos y saciar nuestro espíritu artístico tomando unas cuantas fotografías. Claro, hay que tomar en cuenta que los teléfonos celulares pasados, no grababan video en 4k a 60 fps, ni tampoco disponían de una galería de miles de juegos con gráficas de consola de sobremesa.

En la actualidad, a pesar de que los fabricantes de teléfonos han diseñado dispositivos con una capacidad de almacenamiento extensa, no todos los usuarios tenemos el privilegio de acceder a dichos productos, por lo que debemos conformarnos con obtener una capacidad razonable y complementarla con una de las famosas micro SD. !Pero ahí vienen el problema!

Muchas veces tomamos una micro SD que teníamos abandonada, esa que pertenecía al teléfono que dejó de prender hace tres años. La ponemos en nuestro dispositivo nuevo y nos damos cuenta que, sí, cumple su función, pero tu smartphone se convierte en un padecimiento, pues empieza a trabarse como si tuviera cinco años de antigüedad.

Esto es debido a la velocidad a la que trabaja la memoria que estas utilizando, la cual, en su tiempo, era completamente funcional pero, con las nuevas velocidades y exigencias a las que trabajan los teléfonos actuales, ha quedado obsoleta.

Es por esta razón que las micro SD se han categorizado dependiendo de la velocidad de escritura y la capacidad de almacenamiento que puedan llegar a tener.

La velocidad mínima de escritura de una SD se define mediante la clase que posee. Existen micro SD de clase 2, clase 4, clase 6, clase 8 y clase 10. Siendo esta última la ideal para usar en los smartphones actuales.

Además, basados en los nuevos requerimientos, los fabricantes han implementado una nueva referencia: el UHS. Esta referencia se divide en el UHC-I Clase 1 y el UHS-1 Clase 3, otorgando una velocidad mínima de 10 MB/s y 30 MB/s respectivamente. Esta clase se puede comprobar observando el número que se encuentra dentro de una letra U, el cual puede ser un 1 o un 3. Mientras que la clase se encuentra buscando el número dentro de la letra C, el cual puede ser 2,4,6,8, o 10.

Por Cristian Santiago

Periodista de tecnología y creador de contenido.