Cuando Samsung presentó su primer teléfono plegable, el Galaxy Fold, los comentarios positivos y negativos no se hicieron esperar. Como en cualquier novedad, se dividieron los bandos a favor y en contra de esta peculiar característica. Los usuarios estaban ansiosos por probar la innovación que presentó la empresa coreana en sus nuevos dispositivos, sin embargo, las experiencias negativas estuvieron a la orden del día. Varios usuarios reportaron que sus dispositivos eran extremadamente frágiles ya que sus pantallas se arruinaban sin siquiera usarlas. Otros reportaban un molesto sonido chirriante al plegar el teléfono.

Aún así, Samsung se aventuró a seguir desarrollando estos dispositivos frente a las innumerables críticas, esto debido a la practicidad que ofrece frente los smartphones convencionales. Y es que en realidad los teléfonos plegables tienen un objetivo específico: la productividad. No cualquier smartphone puede ofrecer un amplio espacio de trabajo ocupando un cuerpo tan reducido, y es que la principal debilidad de estos modelos es precisamente su punto fuerte. Gracias a la pantalla plegable las personas enfocadas en la productividad, pueden usar su teléfono como un reemplazo a la tablet, con una pantalla amplia y una potencia aceptable que permite leer correos e incluso editar fotografías, todo esto con una funcionalidad única que es la posibilidad de utilizar hasta tres aplicaciones de forma simultánea.

Es de esta manera que los teléfonos plegables son el compañero ideal para el usuario que va mas allá del consumo de contenido multimedia y los juegos, brindando, principalmente a Samsung, la posibilidad de mejorar sus dispositivos y corregir errores. Como en este año con la llegada del Galaxy Z Fold 4.

Por Cristian Santiago

Periodista de tecnología y creador de contenido.