Por Marisol Penante, líder de consultoría de IBM América Latina para la industria de telecomunicaciones
5G, o la quinta generación de redes de acceso móvil, traerá una revolución superior a las ya vivenciadas en la tercera y cuarta generación (conocidas comúnmente como 3G y 4G).
El 5G nos habilita para nuevas aplicaciones, más avanzadas y funcionalmente más completas, basado en tres pilares: velocidad de Internet (hasta 20 veces más rápida que el 4G), «baja latencia» (hasta 100 veces más estable que el 4G) y alta densidad de conexiones por km² (10 veces más conexiones que 4G).
El espectro de baja latencia en el 5G es una característica muy relevante, que habilita una nueva era de experiencias digitales, como lo podemos vivenciar, por ejemplo, en la evolución de los juegos de realidad virtual, o en la emoción que los eSports (contexto de las competiciones a nivel profesional de videojuegos) pasan a transmitir a sus espectadores. Otro diferencial que el 5G nos trae cuando se compara al 4G es el streaming con velocidades extremamente superiores para descargar los programas o películas de preferencia.
Es en este escenario que las operadoras de telecomunicaciones, así como la organización que adopta el uso de redes 5G, pasan a tener en sus manos un potente habilitador eficaz para optimizar la gestión de su arquitectura de aplicaciones, su infraestructura de redes e inclusive la gestión de nubes híbridas. Esto posibilita que dichas organizaciones puedan determinar dónde y cómo serán ejecutadas sus operaciones – ya sea en su propio entorno, en uno público, o uno que mezcle ambos-, maximizando productividad operacional y agilidad en la atención de situaciones que requieren urgencia.
Es importante observar también que, como consecuencia de este nuevo contexto que resulta de la llegada del 5G, diversos análisis de mercado destacan que la nube está nuevamente en el centro de la atención. Lo mismo se observa en un estudio del IBV (Institute for Business Value) en colaboración con Oxford Economics, el cual señala que en Ecuador el 9% informó haber usado una sola nube privada o pública en 2021, frente al 29% en 2019, lo que demuestra la tendencia y establece a la nube híbrida como la arquitectura TI dominante.
De hecho, esta estadística no sorprende y, al mismo tiempo, deja claro que hemos llegado a una nueva era de la nube híbrida, que aprovecha la creciente relación entre «conectividad + Edge Computing» para crear valor y optimizar las soluciones para potenciar la disrupción, integrando tecnologías como Inteligencia Artificial, Big Data y Analytics, Seguridad, Realidad Aumentada, Robotización e IoT, todas ellas características de una operación en tiempo real. Está claro también que varias de las tecnologías mencionadas ya operaban en 4G, pero el 5G habilita nuevas fronteras para los más diversos e innovadores casos de usos aplicables en todas las industrias. Aquellos casos ya implementados obtuvieron sorprendentes resultados en términos de productividad y eficiencia, además permitieron ofrecer un nivel de experiencia y usabilidad muy superior para sus colaboradores y clientes, lo que se traduce directamente en tasas de retornos de inversión superior al conseguir una adopción más rápida y mayor retención.
A medida que se expande y evoluciona el nivel de madurez del 5G en América Latina, las organizaciones comprenden que el Edge Computing pasa a ser un factor clave para obtener mayor conocimiento y empatía acerca de las expectativas y necesidades de los clientes. Esto se da porque la combinación de menor latencia con tecnologías más evolucionadas en nubes híbridas, habilita la ejecución en tiempo real de análisis preventivos de alta complejidad con toma de decisión y acciones inmediatas. De esta manera, las organizaciones logran obtener una visión y conocimiento mayor y más preciso que los habilita a potencializar la experiencia de marca (Brand Experience).
Por último, debemos observar que en América Latina las operadoras de telecomunicaciones se encuentran en plena transformación de sus negocios a través de la creación de valor e innovación en torno al crecimiento del 5G. Las operadoras están transformando sus redes en plataformas de servicios empresariales flexibles y escalables aptas para soportar y gestionar volúmenes de datos con tasas de incremento exponencial. Dicha transformación habilita nuevas fuentes de ingresos y sus redes pasan a ser adecuadas y gerenciadas en función a los dispositivos locales y demandas específicas de sus clientes.
Sin duda, el 5G será un impulso para el desarrollo económico de nuestra región, con nuevas oportunidades para diferentes sectores, una innovación que habilita el futuro de nuevos y rentables negocios.